Con su simpático y calmado centro, la mediana ciudad de Somoto es un destino de interés por sí misma y un buen punto desde dónde explorar la región. La urbe es el núcleo administrativo de todo el departamento. En su casco urbano hay hoteles, bares y restaurantes, además de un pequeño museo arqueológico en el arbolado parque central. Uno de sus mayores atractivos son los diversos talleres artesanales que producen rosquillas y otros bocadillos tradicionales, en donde se puede apreciar el proceso y comprar.
En el extremo Suroeste se encuentran en secuencia tres zonas montañosas de interés. La primera es San Lucas; en su comarca Loma Panda hay un taller artesanal familiar donde elaboran diversas piezas de barro. Luego está La Sabana, en cuyo territorio está parte de la reserva natural de Tepesomoto y La Pataste, con cimas de nebliselva -compartida con Estelí-. Finalmente está la interesante Cusmapa, donde hay un taller que produce artesanías con hojas de pino y dos atractivos miradores con extensas vistas panorámicas que dominan el occidente del país.